Transcurrieron varias horas antes de darme cuenta que mi situación en ese lugar no era tan única ni especial como yo creía. Al vagar sin rumbo por las calles de aquella silenciosa ciudad fui abordado por una persona que retuvo del brazo. Mi instinto de temor me hizo apartarlo enseguida , pero el hombre me clamo me dijo:
¡Eres como yo! un viajero casual.
- ¿Qué es un viajero casual? -pregunté atónito.
- Es sencillo una persona que no tiene idea de como llegó ni a donde llegó.
- ¿De dónde viene usted?
- Del mismo lugar que tu.
- ¿Hay otros como nosotros?
- Podría haber cientos tal vez miles, ¿quién puede saberlo?
- ¿Cómo llegamos aquí y porqué?
- Eso no lo sé. Llevo mucho tiempo haciendome esa pregunta. Solo se que nuestra condición no es permanente. En el tiempo que he estado aquí he visto a otros como tu, n obstante pasado algún tiempo desaparecen.
- ¿Qué quiere decir? ¿Se marcharon así no más?¿Volvieron a su casas?
- No sabría decirlo. Ni siquiera se quien nos trajo ni porqué.
- ¡Entonces estamos atrapados!
- Podría decirse que sí.
- ¿Cuánto tiempo lleva aquí?
- No lo se. Aquí el tiempo parece ir más lento durante el día y más rápido durante las noches. Si tuviera que dar una cifra diría que han pasado veinte años.
Al escucharlo hablar así entré en pánico. procure disimular mi miedo lanzándole una pregunta personal.
- ¿Cuál es su nombre?
- Me llamo Gamal.
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